"Parece mentira que la vieja y culta Europa persiga al lobo, su único y gran predador"

  • Juan Ángel de la Torre es el presidente de ASCEL, una ONG defensora del lobo ibérico que cuenta con 270 miembros en todo el territorio español.
  • El conflicto con el sector ganadero, que presenta al lobo como una amenaza ante la sociedad y las administraciones, es el principal problema para este animal.
  • Juan denuncia que la gestión del lobo ibérico "se realiza mediante disparos. Unos controles que son absolutamente ilegales."

El lobo es el principal depredador dentro de los ecosistemas españoles y europeos, con un papel fundamental en el equilibrio poblacional del resto de especies. Sin embargo, este animal atraviesa una situación complicada en nuestro país ante el conflicto que genera su presencia entre el sector ganadero y las ONG de defensa animal.

Juan Ángel de la Torre, Presidente de la asociación ASCEL, una ONG que promueve la conservación y el estudio del lobo dentro de la Península Ibérica, destaca que “mientras en otras zonas de Europa, como Suiza, Alemania o Francia, se exterminó al lobo durante el pasado siglo, en España, gracias a que mucha gente abandonó el campo en los años 50, este animal consiguió sobrevivir en algunos reductos”.

A día de hoy, la directiva europea Hábitat y la ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad consideran al lobo ibérico una especie protegida, pero únicamente al sur del río Duero. Mientras que en zonas del norte (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco y la Rioja) el control de su población está permitido, y se lleva a cabo mediante caza deportiva o controles selectivos, que cada vez son más habituales y que autorizan la muerte de más de 200 ejemplares cada año, sin contar las muertes por envenenamiento y caza furtiva.

Es por ello por lo que ASCEL, con 270 miembros repartidos por todo el territorio peninsular,  tiene un importante papel en la defensa  jurídica de esta especie.

¿Cuál es el rol del lobo dentro del ecosistema?

Es fundamental e imprescindible. Su desaparición es lo que ha provocado la alteración de muchos de los ecosistemas peninsulares. El lobo es la cumbre de la pirámide trófica y de la pirámide ecológica, y esto lo convierte en el responsable de que el ecosistema funcione con todas sus piezas, evitando que se disparen las poblaciones de corzos, ciervos o jabalíes.

¿Existen datos sobre la población que hay actualmente en España?

Desde hace un par de décadas permanecen estables, e incluso han recuperado parte de su estatus extendiéndose por algunas áreas hacia el sur. Pero empiezan a surgir muchos conflictos por el olvido de las costumbres a la hora de convivir con el lobo en la ganadería, que hacen que en algunas comunidades autónomas sufra una persecución muy intensa e irracional.

¿El objetivo es recuperar su población sólo en espacios protegidos o en todo el territorio que antes ocupaban?

Precisamente los espacios protegidos no son el lugar donde mejor se está llevando a cabo la gestión. El único parque nacional español con presencia del lobo, los Picos de Europa, lo pretende exterminar. De hecho se retiran camadas y se matan todos los ejemplares que se puede. En un lugar donde la ley dice que la conservación de la naturaleza es la prioridad, eso no se lleva a cabo sino que además se hace todo lo contrario, se potencia la ganadería y se persigue a una especie silvestre como es el lobo.

¿A qué se debe esto?

El lobby ganadero presiona con mucha fuerza sobre los Gobiernos de Castilla y León, Asturias y Cantabria, y estos se rinden a sus presiones de forma que no oyen las voces de quienes pedimos que se cumpla la ley en esos lugares.

¿Cómo se podría compatibilizar la reinserción del lobo ibérico con la práctica ganadera?

Durante milenios se ha compatibilizado, y resulta que ahora las sociedades modernas no son capaces de hacerlo. Se trata sobre todo de utilizar medidas preventivas, que existen, y que no se ponen en práctica en la mayoría de los casos. Medidas para evitar que se produzcan los ataques, como la utilización de mastines, la guarda del ganado o la presencia de pastores. El problema es que la ganadería se ha vuelto muy cómoda. Se pretende tener el ganado suelto en el campo y no tener demasiada previsión sobre eso.

Algunos ganaderos se quejan de que los costos que cubren los seguros son insuficientes. ¿Se conoce cuál es el impacto económico del lobo en la ganadería?

Los daños provocados por lobos, y por otros cánidos, porque no hay un sistema de estimación de daños eficiente que pueda diferenciar entre las muertes provocadas por lobos y las provocadas por otros cánidos silvestres, pueden llegar a los 2 millones de euros en toda España. Un porcentaje que si lo cotejamos con los subsidios de la PAC que se aportan al mundo agroganadero por parte de Europa, no llega al 1%, una ridiculez. Y eso contrasta fortísimamente con el tratamiento que tiene el lobo en los medios de comunicación, que no tiene nada que ver con la realidad.

¿Cuál es el papel de la administración en este asunto?

Como las consejerías medioambientales hace mucho tiempo que están transferidas a las comunidades autónomas, hay disparidad de criterios. Aunque sí que hay un criterio común que es la gestión mediante disparos, en unos sitios llamada ‘caza’, por parte de cazadores habituales, y en otros lugares ‘control poblacional’, por parte de la guardería. Unos controles que son absolutamente ilegales.

¿Hay datos sobre el número de muertes de lobo que hay cada año en España? Sabemos por ejemplo que recientemente un lobo apareció colgado de una señal de tráfico en Asturias.

Es muy difícil hablar de números fiables de lobos abatidos al año, en unos lugares hay unos cupos de control establecidos mientras que en otros no hay un control fiable. Y a ello hay que sumar las muertes atribuidas a atropellos, veneno, furtivismo, lazos… que son imposibles de mensurar. En cualquier caso hay algo que llama la atención, y es que habitualmente la administración habla de que los lobos se expanden, y sin embargo llevamos 15 o 20 años con un número de lobos estable. Por lo que si los lobos se reproducen y crían y aun así no aumenta su población, algo está ocurriendo con esos lobos.

Está claro que están muriendo muchos más ejemplares de los que se contabilizan y que está habiendo un nivel de furtivismo y de envenenamiento muy elevado. Mientras que las denuncias por caza furtiva de lobo son prácticamente inexistentes.

¿Cómo ves los planes nacionales de conservación del lobo en comparación con los que se estén desarrollando con otras especies como el lince ibérico?

Están tratados de muy diferente forma, el lince es una especie que no provoca conflictos y que genera una buena imagen ante la sociedad, mientras que los lobos sirven a algunos colectivos como chivo expiatorio de los problemas que ya de por sí tiene su sector. Esto hace muy difícil que al lobo se le conserve como se conserva al lince o al águila imperial. Además, la categorización legal del lobo en la península ibérica es muy diferente a la que tiene el lince. Actualmente, en las comunidades autónomas donde se encuentran más de tres cuartas partes de la población de lobo ibérico, está declarado especie cinegética, se puede cazar, por lo que tiene unas probabilidades de ser perseguido mucho más altas que cualquier otra especie protegida.

¿Hay futuro para el lobo en España?

Nosotros creemos y confiamos en ello, los lobos tienen que conseguir recuperar su condición de depredador de nuestros ecosistemas y que sea un orgullo para el sentimiento ibérico que los lobos hayan sido capaces de volver a su estatus natural. En la India se enorgullecen de los tigres, en África de los leones, mientras aquí denostamos a los lobos. Parece mentira que la vieja y culta Europa persiga a su único y gran predador.

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